miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ozonoterapia: Un regalo de nuestro amoroso Dios para la vida.



Ozonoterapia: Un regalo de nuestro amoroso Dios para la vida.

La ozonoterapia es un regalo de Dios Para la Vida, lo que necesariamente nos lleva a pensar en lo oportuno de esta terapia oxidativa, justo cuando más falta nos hace el oxigeno para vivir en bienestar.

El desequilibrio fisiológico y moral al que se somete el hombre hoy, en esta sociedad moderna, se traduce en deficiencias de las mismas defensas del cuerpo humano para efectuar gran número de reacciones protectoras del organismo.

Nikola tesla gran inventor croata decía a principios del siglo pasado: “Las enfermedades provocadas por bacteria, virus y parásitos serán cosa olvidada por medio de la electricidad “ y es precisamente lo que aporta al cuerpo humano el ozono la activación del sistema antioxidante y la modulación del sistema inmunológico los efectos más estudiados y comprobados por centenares de estudios de laboratorios y clínicos en países como Alemania, Francia, Italia, Rusia, ucrania y cuba, entre otros países de América.

Otra de sus propiedades más promisorias de esta terapia oxidativa, ozonoterapia, es el potente efecto analgésico que hace posible tratar enfermedades dolorosas como artrosis reumatoide, osteoartritis, artritis, artrosis, hernia discal, entre varias otras.

El oxigeno y la electricidad han hecho afinidad en la ozonoterapia, y por eso son más y más las investigaciones que surgen de prestigiosas universidades y centros científicos del mundo validando la eficacia, la inocuidad y el seguro empleo de la ozonoterapia en los seres humanos y los animales, una terapia indolora, ambulatoria y económica si se compara con los tratamientos convencionales y los resultados obtenidos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Entrevista al Dr. Velio Bocci


La ozonoterapia no es la panacea,
Pero sí una opción médica: Velio Bocci
Por: Edgar Onofre (Traducción simultánea: Ricardo Moreno)

Velio Bocci, científico italiano experto en ozonoterapia, da a conocer los pormenores de este procedimiento médico que ha despertado expectativas y esperanzas, aunque también dudas y temores. Asimismo analiza el proceso paulatino que ha llevado la aceptación y correcto uso de esta terapia, cuyo objetivo es activar las células sanguíneas usando ozono y oxígeno para desatar las capacidades antioxidantes que existen en nuestro organismo.
La paranoia que cifras sobre epidemias e incidencia de enfermedades ha desatado por doquier, además de hacer las veces de pasto para los noticiarios de cada día, ha generado una respuesta que tiene todas las trazas de convertirse –si no lo ha hecho ya– en una obsesión por la salud, que puede alimentarse con la infinita cadena de alternativas a la medicina alópata que surgen a cada momento y que van de la zoo terapia, talasoterapia, inhalo terapia, homeopatía, quiropraxia, cromoterapia, feng shui, aroma terapia, hidrología, acupuntura, hipnoterapia, terapia floral de Bach y sofrología, hasta las terapias a través del arte.

Por una parte, y a pesar de que existen testimonios del fracaso de dichas alternativas, éstas siguen gozando de gran aceptación y cierto grado de sofisticación que ni siquiera la opinión de científicos expertos ha logrado resarcir.
Por otro, la generación cuasi espontánea de estas alternativas medicinales las ha convertido en blanco de las opiniones más escépticas y de continua desaprobación por parte de los responsables de la medicina oficial, que son legitimadas las más de las veces por los responsables de la industria farmacéutica.

A mitad de este escenario, la ozonoterapia, una alternativa que reactiva las capacidades antioxidantes del organismo, busca vencer los prejuicios de la medicina oficial y la reticencia de la industria farmacéutica, al tiempo que intenta demostrar el rigor científico de sus postulados y alejar de sí el halo de la charlatanería.

El científico italiano Velio Bocci ha sido uno de los principales especialistas en estudiar, adoptar y aplicar la ozonoterapia y es, sin duda, el más prestigiado de los científicos del mundo que ha planteado las virtudes y beneficios de ésta en diversos foros del mundo.

Recientemente hemos escuchado acerca de innumerables terapias medicinales, ¿cómo debemos entender la ozonoterapia?
La ozonoterapia es un procedimiento médico complementario, mediante el cual tratamos de activar las células sanguíneas usando ozono y oxígeno.

¿El ozono reconstituye las células?
El ozono funciona como un medicamento, como una droga que permite desatar las capacidades antioxidantes que existen en nuestro organismo. Durante la juventud, todos tenemos una gran cantidad de antioxidantes que son los que nos permiten funcionar correctamente. Cuando éstos disminuyen, es necesario excitarlos, y lo que hace el ozono es, precisamente, excitar nuestras capacidades antioxidantes y defensivas. El ozono debe usarse, naturalmente, como una droga. Es decir, tiene diferentes propiedades: mal usado, puede ser tóxico; bien usado puede desatar las capacidades antioxidantes que son, lo sabemos desde 1956, los agentes que producen el envejecimiento.

Lo que nos han dicho que nos mata también puede curarnos, esto es algo difícil de entender...
Estoy totalmente de acuerdo y esto lo he dicho en reiteradas ocasiones. El ozono en sí mismo es tóxico y, al mismo tiempo, un oxidante muy poderoso. En las calles, el ozono resulta tóxico para las personas y debido a que muchos charlatanes lo han usado equivocadamente, debido a que han muerto pacientes luego de tratamientos incorrectos con ozono, éste ha ganado mala fama. Esto también explica por qué algunos estados de los Estados Unidos han prohibido el uso del ozono.


¿El uso benéfico del ozono para el organismo tiene que ver, entonces, con el rigor científico con el que se aplica?
Es absolutamente necesario usar el ozono en la forma científica, correcta. Y esto lo pueden hacer sólo especialistas y gente entrenada en la ozonoterapia. Esperamos que las autoridades en México puedan aprovechar nuestra experiencia en el uso de la ozonoterapia, la experiencia de especialistas como el doctor Jorge Suárez –quien radica en Xalapa, por cierto–, para crear leyes y establecer regulaciones en esta área.

Para que las autoridades regulen la ozonoterapia, antes habrán de aprobarla. ¿No resulta común la resistencia a aceptarla?
La dificultad para aceptar el ozono como terapia se debe a que se ha hecho mal uso de éste a través de los años. Por lo tanto, es difícil que hoy tenga buena aceptación, incluso entre los médicos. En los últimos 15 años se han llevado a cabo estudios muy precisos tanto del fundamento bioquímico del ozono, como de sus funciones y beneficios terapéuticos. Una vez que la comunidad médica y las autoridades sanitarias decidan aprovechar esta experiencia en el manejo de la ozonoterapia, podrán empezar a tener excelentes resultados en su práctica.

Si bien existen muchas dificultades para que el ozono sea entendido y aprovechado, también cada vez hay más necesidad de usarlo. Podemos esperar que incremente la aceptación en la medida que la gente lo va reconociendo y que la medicina oficial no tenga las respuestas que el ozono está ofreciendo. Sin embargo, paradójicamente, su popularidad podría llevar a que se utilice sin el cuidado estricto, de manera poco rigurosa y peligrosa. Y como el desarrollo de la ozonoterapia no se podrá detener, debemos orientarla por el camino científico.
Charlatanes siempre va a haber, es inevitable, pero lo que debemos ofrecer a los pacientes, a los enfermos crónicos, es una terapia que tiene fundamento científico y posibilidades de resolver muchas enfermedades crónicas.

Hoy en día los costos de la medicina oficial se han incrementado enloquecidamente, mientras que la ozonoterapia resulta muy barata, ya que se produce a través de oxígeno puro, sus beneficios son increíbles y no tienen comparación con los que ofrece la medicina oficial.

¿Es tan barato como para convertirse en una buena alternativa para los países de América Latina?
Claro, y sería maravilloso. En mi opinión, puede ser una pequeña pero muy importante revolución en la medicina. Por supuesto, la ozonoterapia debe ser aplicada por expertos y sólo en pacientes que padecen enfermedades que la medicina oficial no puede tratar. En las máquinas que producen el ozono, el oxígeno entra en un generador y mediante descargas eléctricas se obtiene el ozono. Obtenemos gas compuesto por una mayoría de oxígeno y un mínimo de ozono que, no obstante, es suficiente.

¿En qué enfermedades resulta indicada la ozonoterapia?
Todas las enfermedades cardiovasculares provocadas por la oclusión de las arterias, arterioesclerosis y diabetes, padecimientos que causan el mayor índice de defunciones tanto en Europa como en América Latina. Otra área es la curación de heridas, es decir, el tratamiento del que hemos hablado se puede aplicar en enfermos que tienen mucho tiempo en los hospitales con úlceras, laceraciones y heridas que difícilmente sanan. Con la ozonoterapia tenemos la posibilidad de tratar a estos pacientes mediante una autohemoterapia ozonizada, vía intravenosa, junto con una aplicación tópica. Los resultados, la epitelación de estas heridas es, simplemente, fantástica. La medicina oficial no ofrece posibilidades reales de curación para este tipo de heridas, mientras que con la ozonoterapia el tiempo de curación puede ser de dos a tres meses en comparación con un tiempo indefinido y probablemente ineficaz.

Hay que hacer una aclaración muy importante: bajo ninguna circunstancia el gas se inyecta directamente en las venas. Esto es una práctica totalmente prohibida, totalmente equivocada.

Además de las cardiovasculares y la curación de heridas, la ozonoterapia es muy efectiva en el tratamiento de la regeneración de la mácula (piel) degenerada por envejecimiento. De hecho, es el único tratamiento eficaz para esto.

En general, la ozonoterapia es muy usada en Europa, Rusia, China, Malasia, Suráfrica, y ahora en México y en Brasil se usa para tratar a pacientes con herpes, no es nada nuevo. El único problema es que en algunos de estos países han surgido numerosos charlatanes, gente que no sabe exactamente cómo usarla y que se aprovechan de pacientes desesperados con cáncer y VIH que buscan una alternativa en este tratamiento.

Si esto significa un enfrentamiento con la medicina oficial, ¿no significa también un choque con la industria farmacéutica?
La industria farmacéutica no está interesada en el ozono porque, al tratarse de un gas muy inestable, no se puede almacenar, poner en una botella y venderse. A esta industria sólo le interesa lo que se pueda vender. El ozono se debe generar y utilizar en el momento preciso del tratamiento. Esto explica por qué tenemos muchas dificultades, muchos oponentes a esta terapia. La ozonoterapia no produce dinero.

Si pensamos en que las autoridades sanitarias usualmente guardan relaciones muy estrechas con la industria farmacéutica, ¿la terapia referida también significa un enfrentamiento con las primeras?
No debería haber problema. Las autoridades sanitarias deberían estar muy felices de contar con la ozonoterapia porque el costo es muy inferior al de la medicina oficial. Deberían ser entusiastas para aceptar dicho tratamiento. No les debería importar si los gigantes farmacéuticos venden menos medicinas. A mí no me importa si no venden medicinas, me importa que los pacientes estén mejor. Ese debe ser el interés de las autoridades sanitarias. Sabemos que tanto autoridades como nosotros tenemos el mismo objetivo: la curación. Por ello, queremos mostrar a las autoridades los beneficios de esta terapia.


¿De aquí la posibilidad de crear un capítulo mexicano para la Asociación Internacional de Ozonoterapia?
Es muy posible llevarlo a cabo. Existe uno en Europa y me sentiría muy contento de que en México pudiera incorporar un capítulo a la Asociación. Es lo que hemos estado haciendo durante estos días.

Una de las críticas más fuertes a la ozonoterapia viene de médicos que se burlan llamándola “Panacea de todas las enfermedades”. ¿Cuál es su opinión al respecto?
No es ninguna panacea, ya mencioné enfermedades específicas en las que puede usarse. Si algunos oponentes, sarcásticamente, dicen que el ozono es la panacea, yo contestaría que no entienden lo que estamos haciendo y que lo único que logran es obstruir el desarrollo de esta terapia.