miércoles, 10 de agosto de 2011



ARTRITIS REUMATOIDEA TRATADA CON OZONOTERAPIA.
La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica autoinmune, caracterizada por provocar inflamación crónica principalmente de las articulaciones, que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional.
En ocasiones, su comportamiento es extra articular: puede causar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones pudiendo afectar a diversos órganos y sistemas, como ojos, pulmones y pleura, corazón y pericardio, piel o vasos sanguíneos. Aunque el trastorno es de causa desconocida.
Dr. Antonio Contreras Berroa.
La artritis de las articulaciones, conocida como sinovitis, es una inflamación de la membrana sinovial que reviste las articulaciones y vainas tendinosas. Como consecuencia, las articulaciones aumentan de volumen, se vuelven dolorosas y cálidas con una característica rigidez que limita su movimiento, en especial al despertar por la mañana o después de la inactividad prolongada. Lo más frecuente es que se vean afectados las pequeñas articulaciones de las manos, los pies y la columna cervical, sin embargo, las grandes articulaciones como el hombro y la rodilla no están exentas de verse afectadas, dependiendo de cada individuo.
Los efectos de la artritis reumatoidea varían de una persona a otra.
En casi todas las personas que padecen artritis reumatoidea, los síntomas en las articulaciones varían de un día para otro, aunque siempre existe un cierto grado de artritis.

En algunas personas, la enfermedad puede ser benigna, con períodos de mayor actividad (en los que la inflamación de las articulaciones empeora) conocidos como períodos de agudización.

En otras la enfermedad permanece activa continuamente y empeora o progresa, con el paso del tiempo. Es una patología que paulatinamente conduce a la invalidez por los trastornos funcionales articulares cada vez más graves que comporta su tendencia anquilosante. Ninguna articulación está fuera del alcance de la artritis.
Es una enfermedad de origen multifactorial pero se debe a una respuesta inmune anormal. Aunque la causa sea desconocida, se puede afirmar que hay una predisposición hereditaria; también se implica un agente infeccioso en un individuo con susceptibilidad inmunogenética. Entre los microorganismos desencadenantes, los candidatos posibles incluyen citomegalovirus, parvovirus, virus de la rubéola y virus de Epstein-Barr.
Las complejas interacciones entre linfocitos T activados, macrófagos, células sinoviales y osteoclastos, son los que determinan la destrucción del cartílago articular y el tejido óseo subyacente.

En la mayoría de los casos los síntomas comienzan entre los 30 y los 45 años, y en la mujer, es tres veces más frecuente que en el hombre.

La enfermedad generalmente comienza de manera gradual con fatiga, rigidez matutina, dolores musculares diseminados, pérdida del apetito y debilidad. Finalmente, aparece el dolor articular.

Cuando la articulación no está en uso por algún tiempo, se puede tornar caliente, sensible y rígida.

Cuando el revestimiento de la articulación se inflama, produce más líquido y la articulación se hincha. El dolor articular a menudo se siente en ambos lados del cuerpo y puede afectar la muñeca, las rodillas, los codos, los dedos de la mano, los dedos de los pies, el tobillo o el cuello.

Otros síntomas que podemos encontrar son. Pérdida del apetito, Fiebre baja, Rango de movimiento limitado Deformidades de manos y pies, Nódulos redondos e indoloros debajo de la piel (generalmente un signo de una enfermedad más grave) Inflamación del pulmón (pleuresía), Enrojecimiento o inflamación de la piel, Palidez, glándulas inflamadas, Ardor, prurito y secreción del ojo, Entumecimiento u hormigueo, Se puede presentar anemia debido a la insuficiencia de la médula ósea para producir suficientes glóbulos rojos nuevos.
La artriritis reumatoidea es una de las enfermedades, de primera categoría para tratar con ozonoterapia.
La Ozonoterapia representa hoy una alternativa para el dolor mediante la aplicación de ozono.
La ozonoterapia es uno de los más eficaces tratamientos de artritis reumatoidea.
LA OZONOTERAPIA. EL OZONO ES UN REGALO DE DIOS PARA LA VIDA.
Es un gas natural, cuya molécula está formada por tres átomos de oxígeno.
La ozonoterapia es la aplicación del ozono con fines médicos, para tratamiento de las enfermedades. La historia de la ozonoterapia comienza en Alemania. El precursor del uso del ozono, fue Werner von Siemens, quien en 1857 construyó el primer tubo de inducción para la destrucción de microorganismos. En la segunda década del siglo XX, otro alemán, el químico Justus Baron von Liebig fue el primero en estudiar las aplicaciones del ozono para uso humano.
Luego, fueron los rusos quienes aceleraron las investigaciones de esta nueva medicina y transfirieron los conocimientos a los países aliados. Aunque también se expandió en el resto del mundo, sobre todo después de la II Guerra Mundial. En los últimos tiempos los cubanos han hecho grandes aportes que cuentan con centro nacional de investigación cubano único en el mundo De igual manera la Federación Internación de Oxigeno Ozonoterapia (FIOOT), bajo la dirección de la Dra. Adriana Schwrtz, ha desarrollado un gran trabajo en la divulgación y formación sobre la ozonoterapia. Los españoles por otra parte han avanzado respecto a la legislación sobre ozonoterapia, además las universidades de Guerrero y Sinaloa en México están desarrollando un amplio programa de formación médica en ozonoterapia.
La ozonoterapia se aplica con buenos resultados en un amplio espectro de trastornos de la salud, angiología, dermatología, alergología, proctología, gastroenterología, gerontología, reumatología, cirugía, urología, ginecología etc.
La ozonoterapia es un “acto médico” que debe ser practicado por personal médico y ejecutado con rigor científico,

Las vías de aplicación de la ozonoterapia son seguras, probadas y son el resultado de bastantes años de experiencia e investigación.

La ozonoterapia se puede aplicar por vía local y sistémica.
Autohemoterapia mayor, Autohemoterapia menor, intramuscular, intraarticular, intratonsilar, subcutánea, subatmosférica, óptica, oftálmico, insuflación rectal, vaginal y uretral, intradiscal, paravertebral, Aplicación tópica de agua, aceite y cremas ozonizadas, Microdosis con ozono en puntos gatillo y de acupuntura, Solución salina ozonizada, Insuflación en fístulas, Campana o Ventosa de Ozono, Tratamiento peridural (translaminal).
Para la utilización de la ozonoterapia, lo recomendable es utilizar la declaración de Madrid de junio 2010 sobre la ozonoterapia. Donde se plantea las ventanas terapéuticas de ozono de (5 a 60 ug/ml) con rangos bajos, medios y altos.
Los beneficios del ozono que brinda al paciente con artritis reumatoidea: Acción auxiliadora de la circulación periférico con la consiguiente mejoría de la perfusión de O2 a los tejidos.
Acción antiinflamatoria debida a la disminuida producción de prostaglandina actuando sobre el ácido araquidonico (ácido graso insaturado).
Acción germicida (bactericida, viricida y fungicida).
Acción anti dolorosa debido a la disminución de la producción de las prostaglandinas.
Acción inmunoreguladora. Las citoquinas (TNF-IFN-gamma, IL-B, etc.) se consideran las responsables del aparecer de ciertas patologías como la artritis reumatoide, la osteoporosis, artritis sépticas, las neoplasias. Incluso se sospecha su participación en el surgir de la artrosis y de las hernias discales.
Ya que el ozono acelera la producción de las citoquinas por parte de los mono nucleados, se puede entender su importancia en el tratamiento de esta patologías.

El tratamiento no presenta efectos secundarios, y mejora la calidad de vida del paciente, permitiéndole volver a sus actividades normales. El programa de tratamiento será ajustado para adaptarse a sus necesidades, teniendo en cuenta la gravedad de la artritis, otras dolencias que pueda tener y su estilo de vida individual.
En publicaciones científicas recientes, quedó definitivamente demostrado que la Ozonoterapia mejora significativamente la Artritis Reumatoidea porque ataca su causa, debido a que disminuye la liberación de mediadores químicos pro inflamatorios (las citoquinas pro inflamatorias más activas, que son: Factor de Necrosis Tumoral α; Interleucina 1β; Interleucina 6).

El protocolo en el tratamiento con ozono de la artritis reumatoidea son; rango medio y alto,
La autohemotransfusión es el tratamiento de elección, debido al gran poder antiinflamatorio y analgésico del ozono. Se observa también una mejoría en la circulación en la zona afectada y los síntomas comienzan a ceder luego de las primeras aplicaciones, reduciendo la inflamación y aumentando la movilidad de las articulaciones afectadas.
Infiltración de Ozono Intra Articular, insuflación rectal.


Dr. Antonio Contreras Berroa.
Ozonoterapeuta
Presidente de la Asociación Dominicana de Ozonoterapia. (ASDOOT)
Tel. (809)5444904/ 2584744.